ATENCIÓN

Gracias a todos los que leyeron mi anterior aviso sobre las imágenes de san Juan Nepomuceno. Habéis sido muchos quienes me escribisteis para darme noticia de algún Nepomuceno que conocíais, y os lo agradezco de veras.

Ahora, siguiendo con otras investigaciones, estoy centrada en varios asuntos y quería volver a pedir vuestra colaboración: si alguien conoce cepillos limosneros con representaciones de santos y no le importa hacérmelo saber o mandarme una fotografía (raquelsiguenza@msn.com), lo agradeceré igualmente. También tengo interés en imágenes de ánimas (cuadros de ánimas, los mismos cepillos que mencionaba...)

¡Muchísimas gracias a todos por vuestra ayuda!

Iconografía oculta

Un apartado en el que todo el mundo puede participar. Cada semana os invito, a modo de juego, a descubrir qué se representa en una imagen. Podemos, entre todos, ir aportando pistas que, sin desvelar por completo el asunto, nos acerquen a la solución. Si tenéis interés por la iconografía, tanto cristiana como clásica, os animo a que enviéis vuestras opiniones. ¡Será divertido!





















miércoles, 23 de septiembre de 2009

Confusiones iconográficas: "La embriaguez de Noé"

El asunto elegido está narrado en el Antiguo Testamento (Gn. 9,18-29) y resulta ciertamente infrecuente como representación artística, pero lo traigo hoy a colación por un lienzo que acaba de venderse en subasta.

Según cuenta la Biblia, tras el Diluvio, Noé salió del arca con sus tres hijos, Sem, Cam -padre de Canaán- y Jafet y, al comenzar a cultivar la tierra, el patriarca plantó una viña. Desconociendo los efectos de su fruto, Noé bebió vino hasta embriagarse, quedándose dormido y desnudo a la puerta de su tienda. Se acercó y lo vio su hijo Cam, yendo hasta donde estaban sus hermanos para contárselo. Éstos, por respeto, tomaron la ropa y, andando hacia atrás y girando la cabeza para no ver la desnudez de su padre, le taparon.

Cuando Noé despertó, enterado de lo sucedido, maldijo a Canáan, su nieto, condenándole a ser el siervo de sus hermanos por el resto de los días.

Iconográficamente, las representaciones siguen al pie de la letra la narración bíblica, tal y como se puede ver en la obra en cuestión (sobre estas líneas), óleo sobre lienzo de Giovanni Andrea de Ferrari (140,5 x 215 cm), que salía a la venta por 20.000 € y había sido titulada "El sueño de Jacob". Si observamos la imagen, veremos claramente a los dos hijos de Noé de espaldas a su padre, con una copa volcada en el suelo y claros signos de haber bebido, mientras el tercero, Cam, junto a su hijo que será maldito, le señala con el dedo. Para que fuera "El sueño de Jacob" (también llamado ("Escala de Jacob"), debería aparecer sólo un personaje y una escalera por la que suben y bajan ángeles, como veremos en otro post.

En la imagen superior vemos la interpretación de este asunto por parte de Miguel Ángel en su Capilla Sixtina y junto a estas líneas, la tabla de Bernardo Cavallino, realizada entre 1640 y 1645 (41 x 37,7 cm) expuesta en el Museo Thyssen y que muestra la desnudez de Noé de un modo mucho más explícito. A partir del XVI, la representación de escenas en las que se contraponen los diferentes sexos y edades, y especialmente pasajes morbosos, como éste o "Lot y sus hijas", tienen gran éxito, si bien, como dijimos, "La embriaguez de Noé" no es demasiado abundante.

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